Empezar una empresa es un acto difícil, y para complicarlo aún más, las definiciones y palabras que describen esta acción, son todavía más complejas. Después de más de 10 años de estar activo en el mundo de inversiones y startups, me he dado la tarea de buscar y presentar las definiciones oficiales (al menos de acuerdo a la Real Academia Española) sobre el tema, para despejar cualquier duda.
Me ha tocado estar en muchos eventos, actos públicos, conferencias, discursos sobre empezar empresas, y he podido acumular una serie de variaciones de la palabra emprender (verbo) o emprendimiento (sustantivo). He escuchado o leído sobre empresariedad, empresarialismo, emprendimiento, emprendedurismo, y algunas palabras que por lo rápido que las pronuncian, o porque se usa una n en vez de una m, no se cual variación de las anteriores es.
(Después de terminar el párrafo anterior, todas esas palabras largas están subrayadas en rojo por el auto-corrector de texto).
Por cierto, entrepreneurship en inglés también es una palabra particularmente larga y compleja, incluso en ese idioma tan simple, hubiera sido más fácil llamarle life, part, week o eye.
¿Si emprender ya es difícil, porque hacerlo más difícil con una palabra tan importante, tan difícil? Puede que esta nota sea simplemente una catarsis lingüística personal, particularmente irrelevante para el futuro de la humanidad.