El investigador australiano Mark McCrindle, denominó a la generación que sigue después de la Generación Z, la Generación Alfa.
Esta generación va a ser la más educada formalmente de la historia, al igual que la más suplida de tecnología y la que contará con más recursos a su disposición, según McCrindle.
En un grupo de Whatsapp de padres de familila de la escuela donde va mi hija, recientemente se compartió un artículo sobre esta Generación Alfa. Muy rápidamente uno puede predisponerse a pensar de que la cercanía de estos niños con la tecnología es lo que viene, lo lógico, lo natural, lo moderno, que los "hijos de los millenials" manipulen un iPhone a los 2 años, o puedan hablarle a Alexa.
Una vez, en un seminario al que asistí en California, liderado por Peter Diamandis, futurólogo, inversionista y consejero de muchas empresas de tecnología avanzada, un asistente le preguntó que cual sería la última profesión que la tecnología desplazaría. Su respuesta me dejo pensando hasta el día de hoy. El mencionó que serían las maestras de pre-escolar. Porque es imposible pensar hoy cómo un robot podría sustituir un abrazo y la disponibilidad emocional de un adulto para un niño.
Nuevamente hoy, en una breve conversación en el carro con mi hija, me asombré como la sabiduría que tiene a sus casi 6 años es más avanzada y profunda que las de muchos adultos que conozco, en muchos temas.
Ella me dijo: "¿Sabés papi, que hay unas amigas mías en el kinder que ya tienen teléfono? Pero yo les dije que no necesitaba uno. Yo tal vez cuando tenga 10 voy a tener uno para llamarte aveces. Yo lo que prefiero es llegar a mi casa, descansar un ratito, y apenas pueda, salir a jugar con mi amiga del barrio con la que juego todas las tardes afuera o en alguna de nuestras casas. Aveces veo un poquito de tele nadamás cuando estoy cansada".
La omni-presencia de la tecnología y sobre-exposición que tienen los niños de hoy es increíble, pero más sorprendente es como una pequeña curiosa niña de casi 6 años, prefiere ir a correr y ver unas flores en el jardín, o salir con su sombrilla a la lluvia y dar vueltas, sabiendo que la tecnología está ahi, y cuando sea el momento, la usará para su beneficio. No se está perdiendo de nada, más bien salió ganando desde temprano en su vida.