LA INDICADA (parte 2)

LA INDICADA (parte 2)

para Fla y Adrián

por Jaime Gamboa y Angélica Vargas


Un sabio dijo alguna vez
que no es posible bañarse dos veces
en el mismo río,
porque sus aguas están cambiando
constantemente.

Para nosotros así también es
el matrimonio:
uno elige a alguien
y un segundo despúes
esa persona, como el río,
comenzó a cambiar.

Con el tiempo, esos pequeños cambios,
al principio imperceptibles
se convierten en partes completamente nuevas,
como cuando los ríos crecen
y modifican sus orillas
y cambian su dibujo en los mapas.

Entonces amar es siempre preguntarse
si queremos seguir, desnudos,
sumergiéndonos una vez más, cada día,
en este río cambiante que es tu pareja.

Si queremos seguir flotando,
dejándonos llevar por su corriente,
o hundiendo en su piel nuestros dos remos:
el amor y el deseo,
sin los cuales es imposible seguir navegando.

Y lo más difícil de esta pregunta
es que la respuesta solo sirve hoy.
Mañana tendrás que preguntarte de nuevo
y volver a responderte
volver a sentir,
volver a preguntarte en lo más íntimo
si el amor y el deseo siguen dándote
alas para navegar por ese cuerpo
una vez más,
sin temer a las tormentas,
sin escuchar lo que te diga nadie más,
sin tomar otra opinión
que la de tu piel.

Lo más hermoso de hallar
a la persona Elegida
es saber que mañana
tendrás que salir a buscarla nuevamente
y que al cabo de unos años
habrás elegido a mil personas distintas
en el cuerpo de tu esposa,
de tu esposo.
Y que, por eso mismo,
por esa elección cotidiana,
el amor verdadero
siempre se vuelve infinito.